Pedro del Corral, un servidor ejemplar
Don Pedro del Corral presidió a COPEI desde su
fundación, por varias décadas en las que su nombre siempre gozó del consenso de
todo el partido. Un destacado médico e insigne investigador, aceptó encabezar
la directiva de una organización conformada mayoritariamente por jóvenes a los
que aportó su ejemplo de vida y experiencia.
Nació en Chaguaramas, estado Guárico, el 27 de abril
de 1895, y murió en la ciudad de Caracas, el 13 de noviembre de 1986. Cursó sus
estudios superiores en la Universidad Central de Venezuela, egresando en 1921,
pero es significativo que haya desempeñado importantes responsabilidades como
dirigente estudiantil, alcanzando un año antes la vicepresidencia de la
Federación de Estudiantes en los tiempos de una feroz dictadura; por cierto,
liderar una protesta por el aumento del pasaje del transporte público le significó
una corta estancia en la temible cárcel de La Rotunda.
Ejerce la medicina en la zona petrolera de San
Lorenzo, estado Zulia, y viaja a Europa entre 1927 y 1931 para perfeccionarse
en el Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo; en Roma obtiene el título de
médico malariólogo, especializándose en enfermedades tropicales en Viena y
París. Regresando a Venezuela, asume la dirección de laboratorio de la clínica
Maracay, luego de la clínica Córdova en Caracas y, ganando por concurso de
oposición, asume la jefatura de laboratorio del Hospital Vargas, entre 1936 y
1939.
El gobernador de Caracas, Elbano Mibelli, lo destituye
del cargo en el hospital Vargas, enfrentándose don Pedro judicialmente al
gobierno de Eleazar López Contreras hasta lograr su reintegración en 1941. En
tránsito por el estado Aragua inició una campaña antipalúdica, e, identificó
más tarde, junto al doctor Jesús Rafael Rísquez, el germen bacteriológico
meningococo que la Oficina Sanitaria Panamericana identificará como Venezuelensis
Del-Corral/Rísquez.
Preside a COPEI desde el primer instante de su
fundación, transitando las más contrastantes y difíciles circunstancias
políticas a partir de 1946, que incluyó varios encarcelamientos durante la
dictadura de Pérez Jiménez. Integró la Junta Patriótica en 1957, fue electo
senador por el Distrito Federal para el periodo entre 1959 y 1964, encabezando
el Comité Nacional del Partido hasta su muerte: “Amo el partido – dirá –
porque sé que en él, por encima de todas las imperfecciones humanas, la nota
dominante es una voluntad de ofrenda, de inmolación, si fuera necesaria; un
entrañable cariño por el pueblo y un deseo dinámico de renovar viejos moldes de
injusticias para crear nuevas formas de relación humana basadas en la justicia
social y en la igualdad esencial y
fraternal de todos los seres”, de acuerdo a apuntes tomados por Carlos
Rodríguez Ganteaume para una sentida reseña publicada en El Nacional de
Caracas, el 28 de abril de 1980.
De don Pedro del Corral, dijo expresamente Luis Herrera
Campíns en 1975: “… Ha sido desde que COPEI nació, su presidente
indiscutido. Ese ha sido su único cargo invariable en nuestro Comité Nacional.
A nadie se le ocurrió en la primera hora nombre distinto para presidir nuestras
deliberaciones. A nadie – y mire que hay
poderosas imaginaciones copeyanas –se le ha ocurrido ningún nombre después.
Cada vez que en las convenciones se debe renovar la directiva, en todas las
planchas aparece el nombre de don Pedro del Corral encabezándolas. Y por don Pedro
no se vota. A don Pedro se le aclama a vítores y aplausos, todos de pie en
homenaje cariñoso”.
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