Primer Manifiesto

 


NACIMIENTO Y PRIMER MANIFIESTO DE COPEI

 

El Partido COPEI se fundó en Caracas el 13 de enero de 1946. Inicia su acción con la siguiente consigna: POR EL TRIUNFO DE LOS IDEALES DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE. Una de las grandes preocupaciones de COPEI desde su nacimiento fue el salvar para Venezuela aquel momento histórico revolucionario que se inició el 18 de octubre de 1945. En palabras muy claras lo expresó el doctor Caldera en el discurso de clausura del acto de instalación de COPEI:


La Revolución de Octubre se salvará si no la dejamos perder por la senda infecunda de nuestros anteriores Golpes de Estado. Si queremos salvar este golpe hermoso realizado por un grupo de jóvenes abnegados, si queremos corresponder a la responsabilidad que un grupo de ciudadanos han echado sobre sus hombros, es necesario que nosotros hagamos nuestra la Revolución, hagamos nuestros los propósitos, los ideales formulados por la Revolución, que no podrían hallarse más hermosos en nuestra historia política. Hagamos nuestra la preocupación de nuestra hora. Si lo hacemos, la Revolución será de todos los venezolanos y habremos salvado la Patria. (1)


El 13 de abril de 1946, el Dr. Rafael Caldera renuncia a la Procuraduría General de la Nación para ocuparse únicamente de la organización de COPEI.


El 19 de septiembre de 1946 COPEI realiza su Primera Convención Nacional. En esa oportunidad el Partido presentó un documento a la opinión pública, conocido como “Manifiesto de COPEI”, en el cual señalaban la esencia y finalidades que iban a regir a la organización y cuáles eran sus fundamentos doctrinarios.

 

(1)            Rafael Caldera. Ganar la patria, una responsabilidad mancomunada. Discurso de clausura del acto de instalación de COPEI. Caracas, domingo 13 de enero de 1946. (Versión taquigráfica de Juan V. Rodríguez. Tipografía La Nación. Caracas, 1946, p. 15.

 

A criterio del autor, COPEI se constituyó con dos criterios fundamentales: primero, un objetivo inmediato que era la participación en el proceso electoral a realizarse en un futuro cercano; y segundo, la creación a largo plazo de un partido político fuerte. Tal apreciación la provoca su Manifiesto ya citado, en el que se señala:

 

…(COPEI) surgió ante la necesidad de estimular en la ciudadanía el cumplimiento de sus deberes electorales y la defensa de sus derechos civiles y políticos y para preparar al mismo tiempo, un vasto movimiento de opinión que condujera a la formación de un movimiento político genuinamente nacional (2).

 

En su declaración de principios, COPEI se define como un movimiento democrático. Considera que la democracia no existe cuando un solo partido se arroga el derecho de pensar por todos y controla desenfrenado las riendas del poder. Inmediatamente después, expresa su posición sobre la Revolución de Octubre:

 

La posición de COPEI frente a la Revolución de Octubre ha sido clara y definida. Estamos con la Revolución de Octubre: mejor dicho, con sus ideales y promesas. No aspiramos la vuelta a regímenes o situaciones pasadas. Creemos que la Revolución abrió las puertas para una definitiva transformación nacional. Pero estamos, por ello mismo y porque somos sinceramente revolucionarios, contra la resurrección de los vicios antiguos; y señaladamente, contra la tendencia que quiere hacer de la revolución una siembra esterilizante de odios entre venezolanos, o el desconocimiento de legítimos valores nacionales que alienten todo propósito de superación (3).

 

(2)            “Manifiesto de COPEI”: Documentos que hicieron historia. Publicaciones de la Presidencia de la República. Caracas, 1962. Tomo II, p. 385.

(3)            Íbidem, p. 388.


 

Desde el punto de vista de la democracia como forma de vida para el país, en el Manifiesto se señala su inspiración cristiana:


Nos inspira el cristiano ideal, de hacer más justas las relaciones económico-sociales entre los hombres, de asegurar mejores derechos a los desposeídos, de elevar el nivel de vida de los trabajadores (4).


En sus consideraciones, COPEI establece las diferencias que lo separan de los partidos o grupos marxistas, las cuales son filosóficas pero que se traducen en resultados prácticos. Señala que mientras para los marxistas la reforma social se cumple por medio del odio y la destrucción, para el recién fundado Partido la reforma social debe ser el fruto de la producción. En consecuencia, COPEI por su condición de partido basado en el ideal cristiano, rechaza la lucha de clases.


Para COPEI, como grupo político de raigambre ideológica socialcristiana, la lucha de clases es un hecho que deriva de las injusticias  y que se agrava con las fricciones y la demagogia; hecho de proyecciones antisociales que debe superarse en un esfuerzo común complementario entre el capital y el trabajo, interviniendo las clases medias como fuerza moderadora, para que se reconozcan al trabajo sus derechos y todos contribuyan a la grandeza de la nación y el bienestar general (5).

 

En su Manifiesto COPEI expresa su creencia de que todos los hombres aptos para el trabajo tienen derecho a que se les facilite una oportunidad de trabajar. Defiende y sostiene las conquistas logradas por los trabajadores de acuerdo al Derecho del Trabajo. Manifiesta que se esforzará por la implantación de un sistema científico de Seguridad Social, acorde con las exigencias de la justicia y el interés nacional. Reclama la implantación de un Subsidio Familiar para cada trabajador de acuerdo al número de hijos que mantenga. Defiende el derecho de los trabajadores de organizarse en sindicatos y considera que el Estado debe perfeccionar los métodos de conciliación y arbitraje para la solución pacífica de los conflictos laborales.

 

(4)            Manifiesto de COPEI. Ob. Cit. P. 390.

(5)            Íbidem p 391.

 

Ante los problemas económicos, COPEI expresa su preocupación ante el hecho de que la economía venezolana está basada en la explotación de un solo producto, el petróleo. Concluye en que el problema de Venezuela es, en gran parte, un problema de producción, y que en consecuencia el Estado debe intervenir para dirigir la vida económica del país en la medida en que sea necesario a los fines de lograr los objetivos predeterminados.

 

Ante la situación del agro venezolano, la posición de COPEI fue la de auspiciar una reforma agraria integral que se verificará con sinceridad y honradez, con efectividad y sin odio. Estima que debe facilitarse el acceso a la pequeña y mediana propiedad rural. Esta propiedad debe ser complementada con facilidades para el crédito, utilización adecuada de maquinarias, estímulo y consejo. Considera necesario el desarrollo de una política de viviendas rurales de manera de hacer accesibles a los campesinos los servicios de educación, sanidad y mejoramiento social.

 

Frente a la industria petrolera, COPEI adopta una actitud netamente nacionalista según la cual deben otorgarse garantías y facilidades a la industria petrolera, en cuanto ellas sean compatibles con la seguridad del Estado, con la conservación de las riquezas naturales del país y con la participación que le corresponde a la Nación en la explotación de las mismas.

 

En el análisis de los problemas internacionales, COPEI rechaza el intervencionismo, cualquiera que sea su forma y pretexto y cualquiera que sea la potencia que se quiera atribuir tal derecho. Define su posición antiimperialista; no reconoce el derecho de ningún país a dirigir la cultura, la vida política o el desarrollo de Venezuela. En el plano de los valores espirituales, COPEI manifiesta su espíritu nacionalista que no corresponde a un nacionalismo egoísta, sino que es una actitud de afirmación e integración:

 

Para COPEI, Venezuela constituye una unidad espiritual y se enmarca dentro de valores ecuménicos que le dieron nacimiento como Estado en el concierto universal (6).

 

Ante la religión COPEI expresa que ella constituye un elemento social acreedor de la más atenta consideración y respeto:


(6)            Manifiesto de COPEI. Ob. Cit. P 396


No sostiene COPEI la confusión entre el campo religioso y el campo político: antes la combate. Tampoco sostiene una posición de intolerancia, ya que preconiza el respeto a todos los credos religiosos (7).

 

En cuanto a las relaciones Iglesia-Estado, sostiene que deben mantenerse en un plano de dignidad y de mutuo respeto. En ese sentido considera, a la Ley de Patronato Eclesiástico como un derecho unilateral del Estado y no ve en ella la fórmula más justa para regular esas relaciones.

 

Aspiramos, por consiguiente, sin mengua de los legítimos derechos y deberes del Estado, el presente régimen unilateral sea sustituido por un régimen bilateral que libre de restricciones antidemocráticas el funcionamiento de la Iglesia Católica (8).

 

Por razones principistas y atendiendo a la necesidad de atender a la necesidad de enaltecer los valores espirituales en la vida nacional,  COPEI aspira a que se reconozca a la familia como base y fundamento de la sociedad venezolana y se pronuncia por todo lo que tienda a elevarla y significarla.

 

COPEI considera una necesidad apremiante el difundir y auspiciar la enseñanza popular, científica y filosófica, para llevar la educación a todos los venezolanos, cualquiera sea su posición social y sus posibilidades económicas. COPEI considera que no deben primar los sentimientos exclusivistas de partidos en la escogencia de los maestros y que éstos deben estar amparados por leyes que garanticen la estabilidad y la posibilidad de ascensos justos de acuerdo con sus aptitudes y tiempo de servicio.

 

COPEI expresa su inquebrantable voluntad de luchar por la autonomía universitaria; considera que debe asegurarse a las universidades del país una base económica que haga efectiva la autonomía y señala que las leyes deben consagrar el derecho que tienen las universidades de gobernarse por sí mismas.

 

COPEI concluye su Manifiesto señalando las proyecciones futuras del movimiento: “COPEI responde ya a una ideología y a un sentimiento que cuentan cada vez con más arraigo en Venezuela”. Para este momento los hombres que participan en su fundación no dudan que COPEI es un Partido de futuro, de proyecciones trascendentes, dedicado al servicio de Venezuela.

 

(7)            Íbidem p. 399

(8)            Manifiesto de COPEI Ob. Cit. P. 399

 

 

De: Los socialcristianos en Venezuela. J. E. Rivera Oviedo. Ediciones Centauro, 1977 pp. 91-99.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario